
No puedo dejar de recomendar este precioso libro que me han regalado, lleno de historias de distinguidas damas que a lo largo de los años han hecho de la jardinería su ilusión y hasta su profesión en algunos casos.


La sensibilidad, el buen gusto y el arte de Anne Vallayer-Coster que pintó preciosos bodegones con rosas, su flor preferida.



Podemos descubrir a la mejor jardinera y paisajista del mundo Beth Chatto y su famoso jardín de grava.


